jueves, septiembre 20, 2007

el primer round


La pieza del lado estaba mas ordenada. Desaparecidos, solo cambiaban de lugar. La luz era siempre perpendicular y el aire, todavia huele mal. Sus manos eran lo que seguían dándole fe. Acostumbraban a todo, todo le era familiar: habían conocidos sonrisas, pasión, dolor y muerte y desde hoy, las maletas.
Cada prendas tenia una foto, y en mas de un momento las maletas se transformaron en un álbum familiar, que no volveré a ver nunca mas. Esa era la razón porque siempre se dice que nunca es tarde.
Hacía parte de uno de esos pensamientos noctámbulos, afuera de cualquier previsión; desprevenido, aturdido…casi entregado. A veces me pregunto cual fue su último deseo. El deseo de mi manera de ser terco, acababa de matarse hoy mismo. Desde ahora seré de otra dimensión. Nada me tocará de cerca, como si los últimos años de Zen, no sirvieron a nada. Al día de hoy, el ego no existe, también se mató a si mismo.
Entonces, quedamos tu y yo, desnudos hasta mañana.

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